Remsel

Remsel fue abandonado en la ciudad Meteoro al nacer por una adolescente a la que le fallaron todos los intentos de aborto. Fue encontrado una semana después en estado famélico por los recolectores de basura, los cuales lo llevaron al orfanato más cercano donde creció entre abusos físicos y hambre. Desde pequeño, mostró un severo trastorno disocial. Le gustaba asesinar pequeños animales tales como aves, ratas y alguno que otro perro o gato para luego comérselos. Disfrutaba la sensación de la sangre de estos en sus manos y su cuerpo. Sin embargo, odiaba los chillidos y alaridos de dolor de sus presas, por lo que ideaba formas rápidas de asesinarlos y provocaba siempre un espectáculo sangriento.

Cierto día, encontró un perro de raza al cual mató y mientras lo descuartizaba, sintió un fuerte golpe en la nuca que lo dejó inconsciente. Al despertar, solo recordaba el dolor del golpe que era similar a un fuerte martillazo y no tenía el cuerpo del animal a su lado ni sus instrumentos de asesinato. La persona que lo golpeó era el dueño del perro, un usuario de Nen. Este pensó que con una patada en la nuca lo asesinaría, pues su cuerpo se azotó contra una pared de concreto y la sangre de su cabeza se esparció por todo el lugar. Fue allí cuando el cuerpo de Remsel asimiló el Nen, pero al final del día terminaba agotado, ya que no sabía cómo controlarlo. Un colega de robos y hurtos del barrio, quien también era un usuario iniciado, le dijo que debía controlarlo con su respiración. A partir de ese momento, comenzó a hacerse más consciente de su propia aura.

A menudo paseaba por el mercado buscando algo para robar. Un buen día, al pasar por uno de los puestos más grandes de comida, un extraño tipo llamó su atención gritando incoherencias sobre el fin del mundo. Este se acercó a un tumulto de gente, juntó sus manos y generó una gran explosión, asesinando a todos a su alrededor. Remsel despertó en el hospital con quemaduras de primer grado en la espalda, producto de la onda expansiva, y a su lado había un bebé con el 60% de su cuerpo quemado con el que tuvo que compartir habitación. Al pasar los días y consultarles a las enfermeras por los padres del pequeño que yacía intubado en un coma inducido, estas le dijeron que sus padres fallecieron porque estaban en el centro de la explosión y lo protegieron con sus cuerpos en el último momento. Fue quizás allí donde un atisbo de humanidad surgió en él. Al ser dado de alta, no dejaba de visitarlo y hablarle del mundo, pues vio en este pequeño huérfano un poco de sí mismo. Por esta razón, comenzó a trabajar como cobrador de pequeñas pandillas para costearse una habitación donde vivir. Luego de tomar el examen de cazador y obtener su licencia de cazador, empezó a trabajar como cazador provisional y pudo comprar una casa en Gorteau del Este.

Al terminar de instalarse, Remsel volvió al hospital para ver al bebé y adoptarlo. Decidió bautizarlo bajo el nombre de Rast y pagó todos sus gastos médicos. Este papel parental, que más bien se convertiría en un rol de hermano mayor, apaciguó por varios años su sed de sangre, enfocándose en formar a Rast en las artes del asesinato y el Nen desde temprana edad. Al ser mayores, conoció al que sería su jefe Nikolay Capeyew, el cual les dio una oportunidad a ambos de enmendar su triste pasado y ejercer como cazadores.