El V6, conocido anteriormente como V5 antes de la incorporación del Imperio de Kakin, es una alianza política, económica y militar conformada por las seis naciones y conjunto de naciones más poderosas, ricas e influyentes del mundo, distribuidas en los diferentes continentes. Es administrada por las máximas autoridades o representantes de dichas naciones o regiones, los cuales son: el presidente de los Estados Unidos de Sahelta, la representante mayor de la Federación de Ochima, el supremo canciller de la República de Mimbo, la reina de Kukan’yu, el primer ministro de la Unión Bergossé y el emperador de Kakin.
Al ser la alianza más fuerte del mundo, sus influencias se extienden a todos los rincones del globo, teniendo ojos, oídos y presencia en casi todos los sectores gubernamentales de las demás naciones. Este poder les permite evitar guerras y conflictos, así como sancionar internacionalmente a países que desafíen abiertamente el orden mundial o vayan en contra de sus intereses, mediante el uso de la fuerza si es necesario.
Mantienen buenos lazos con otras alianzas o grupos de países, como por ejemplo las alianzas monárquicas del sur y del norte, así como también con pequeños reinos y naciones democráticas independientes a lo largo del mundo. También poseen fuertes lazos diplomáticos con la Asociación de Cazadores desde hace varias décadas, financiándoles casi todas las expediciones al continente Oscuro y proporcionándoles recursos a cambio de traerles cantidades significativas de minerales, fuentes de energía, plantas, fauna y muchos otros recursos naturales. Además, les han financiado y apoyado en decenas de proyectos filantrópicos y en contratos en los cuales haga falta la intercesión de políticos.
A pesar de la percepción mundial, el V6 se ha visto involucrado en actividades y acciones internacionalmente cuestionables, turbias, corruptas e inmorales, como el envió de un ejército conquistador al continente Yoton que destruyó casi todas las aldeas vikingas y mató a miles de inocentes, la explotación de las minas vírgenes para enriquecer sus bolsillos, la contratación de cazafortunas para transportar grandes cantidades de oro y diamantes de una ciudad a otra, entre otras.