Familia Kurayami

Los Kurayami es una familia de asesinos de élite considerada por muchos como los más mortales y peligrosos del mundo. Es propietaria de Zafiro Island, ubicada a 500 millas náuticas al oeste del continente Ochima, donde viven aislados del mundo y solamente salen para cumplir misiones y encargos selectivos. Su propiedad se basa en un terreno llano en el centro de la isla, de unos 5 km², rodeado por un alto muro de piedra pulida, el cual se alza unos tres metros. Alrededor de este hay bosques poco frondosos que cubren un 90% de la isla, por los que pasa una carretera de doble sentido asfaltada que va desde el único puerto de la isla hasta el muro perimetral. La mansión se encuentra en el centro, pero antes de llegar a esta hay una villa lujosa donde viven todos los mayordomos y criados que trabajan para ellos. Su símbolo es una luna roja sangrienta que hace referencia a su trabajo como asesinos, a toda la sangre que derraman para completar sus encargos y a que la primera víctima del negocio familiar fue en una noche de luna roja.

Los niños en la familia son entrenados desde su nacimiento en el arte del asesinato, teniendo cada uno el privilegio de elegir la especialidad de su fuerte y gusto personal a medida que crecen. Al pasar su duro y riguroso entrenamiento, todos acaban siendo prácticamente inmunes a todo tipo de venenos, la electricidad y ganando una fuerza enorme. En cada generación aparece un niño prodigio a quien se nombra heredero. En la actualidad, el heredero del negocio es Jasper Kurayami. Bernard Kurayami ha sido el único que ha cortado lazos con la familia, yéndose a vivir solo a una mansión en la ciudad del Coliseo del Cielo. La adopción de Yoru Kurayami y el hecho de que este aprendiera los secretos y habilidades propias de los asesinos trajo muchas discrepancias, problemas y conflictos entre los integrantes de la familia.