Stigma

Al cumplir sus 21 años, a Alonso se le ocurrió un proyecto, el cual estuvo analizando y meditando mucho. Este le serviría para dejar su propia huella en el mundo, una semilla que crecería fuerte y sana para el beneficio de la sociedad y la humanidad. Un mes después, decidió ponerlo en práctica. ¿Cuál era esa idea exactamente? Pues consistía en crear una asociación independiente de la Asociación de Cazadores basada en un personal capaz, laborioso, perspicaz y leal que trabajaría efectuando contratos con diversas corporaciones, contratistas, inversores privados o públicos, entre otros. La mayoría de estos serían con fines lucrativos y otros con fines sociales y caritativos. Por motivos lógicos, no tendría tanta jurisdicción y recursos como la Asociación de Cazadores, pero sí cuenta con una relación de mutuo intercambio de contactos, influencia e información con esta.

Alonso, al ser un príncipe adinerado, decidió comprar un antiguo teatro en el centro de la ciudad de dicha asociación. Con el equipo y los fondos necesarios, lo remodeló y restauró completamente por dentro y por fuera. Sin embargo, respetó la preciosa obra arquitectónica neo-Barroca que tenía como amante de las bellas artes. Una vez finalizada, se convirtió en la sede principal. Inmediatamente, se puso en contacto con su viejo amigo Rick Sinss y convenció a Frédéric Shaw al igual que a Sergio Villanueva para juntos fundar, levantar los cimientos y organizar la embrionaria asociación, a la cual nombraron Stigma. No obstante, al pasar un año de fundada, el ambiente entre Alonso y Rick cambió por diferencias de prioridades y objetivos de los contratos. Esto provocó que Sinss se marchara y distanciara pese a no haber cortado los lazos de amistad.

A la semana de lo sucedido contactó a sus dos amigos Yoru Kurayami y Michael Ravensgar, para que lo apoyaran en el liderazgo. Estos aceptaron entusiasmados para olvidar un poco sus tristes y oscuros pasados que no dejaban de atormentarlos. Además, empleó a más trabajadores, incluyendo personal de limpieza, informáticos, tesoreros, entre otros, llegando a sumar 147. También contrató a 300 informantes (espías) paulatinamente a medida que la asociación iba creciendo cada vez más. A estos últimos los sometió junto a William Gray a una interesante, compleja y sarcástica prueba de admisión. Las labores principales de los informantes son recopilar y mandar información, llevar y traer paquetes de valor en los contratos, espiar, sobornar, mantener vigiladas a las mafias, potenciales rivales y apoyar a los cazadores de la asociación en sus labores.

Un mes después de estos progresos, Alonso reclutó a Sparda Campbell, el cual tenía una excelente reputación de novato como Cazador de Bestias, y le otorgó la vacante que dejó Rick en el Consejo de Lunas. Poco tiempo más tarde, Camille Sands fue captada para ocupar el último puesto libre en dicho consejo. Ambos fueron seleccionados por su experiencia como cazadores y por los motivos estratégicos y diplomáticos claves que suponían.

Así la asociación fue evolucionando poco a poco, expandiéndose por el mundo, ganando prestigio y apoyo diplomático y consiguiendo récords de resolución de contratos complejos. Sin embargo, siempre manteniendo y guiándose por su propósito más importante, el beneficio de la sociedad y la humanidad.